- Área: 2400 m²
- Año: 2013
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Fotografías:Rafał Kłos
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La forma final del diseño del Centro Cultural fue determinada por dos elementos: el primero; la situación y el contexto urbano del objeto, el segundo; su función definida por el programa. El centro cultural existente también fue una fuente de inspiración, junto con la granja educativa ecológica adyacente y una casa de campo sobreviviente en el 7 de la calle Tarniny. Todo el programa se compone de dos edificios interconectados, sin embargo, cada uno de ellos puede funcionar por separado.
La parte básica del proyecto y la entrada principal del edificio se sitúan en el nivel -1, al que se accede por una escalera de anfiteatro de la plaza de acceso. Esta ágora funciona como un escenario durante espectáculos al aire libre. Su piso de madera de apariencia cálida, se presenta como un lugar para jugar y relajarse entre diversas actividades. Al mismo tiempo puede ser fácilmente desmontado para el mantenimiento del colector de aguas lluvias que pasa por debajo.
Adaptando la forma tradicional de una granja, el diseño no sólo esta profundamente establecido en la tradición y la cultura del lugar, sino que también muestra respeto por las fronteras de las zonas urbanas y funcionales, empleando una especie de convención iconográfica de niños. Debido a la colocación de la función principal del edificio en el nivel -1, (por debajo de la tierra), el nivel de planta baja se ha tratado como un espacio abierto y público donde se construyen casas relativamente pequeñas, tradicionales en su forma y materiales. Cada una de ellas se puede acceder desde el nivel, y cada una sirve una función, por ejemplo, un taller de arte o un club de literatura.
Las paredes totalmente acristaladas del edificio, con vistas al parque por un lado y a la calle Bach por otro, permiten a los caminantes que pasean al rededor del Centro Cultural, tener una visión de las actividades que tienen lugar en el interior, sin perder la vista de la vegetación del área. Tal distribución del edificio permite la máxima conexión de su interior con el entorno. Por decirlo de alguna forma, las instalaciones del Centro quedan como espacio público de la ciudad, y las actividades del Centro tienen alcance más allá de sus fronteras.
En consecuencia, la arquitectura del objeto es contenida y amable; utilizando los medios contemporáneos trata de interconectar los elementos tradicionales de trazado urbano con materiales de acabado simples y naturales. Un edificio sin pretensiones, sumergido en el verde, pretende ser el escenario de los acontecimientos que suceden allí. Las bases de diseño se basan en que la arquitectura de un objeto que da cumplimiento a este tipo de funciones desempeña un papel educativo y cultural inmensamente importante, por ejemplo, mediante la conformación estética y la conciencia ecológica.
Por lo tanto, se decidió la introducción de la mini granja animal en el corazón del Centro, la propuesta de emplear energía eólica y solar como fuentes alternativas y, finalmente, la disposición del proyecto sobre el plano de la granja, lo que se puede leer como un enfoque ético de la arquitectura con respeto por el contexto del lugar.